La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una parte fundamental del día a día. Según Samsung, el uso de funciones basadas en IA en smartphones ha crecido un 250% en Latinoamérica en el último año. Este dato, más allá de ser una cifra impresionante, refleja una transformación profunda en los hábitos de consumo, en el acceso a la tecnología y en la forma en que las personas interactúan con sus dispositivos móviles.
Este crecimiento no es un fenómeno aislado. Es el resultado de múltiples factores que confluyen en una región marcada por la diversidad tecnológica, el acceso desigual a servicios digitales y un mercado móvil altamente competitivo. El papel de la IA en esta expansión merece un análisis detallado, pues plantea tanto oportunidades como desafíos para los usuarios, las empresas y los gobiernos.
La inteligencia artificial al alcance del bolsillo
Hasta hace poco, las aplicaciones de IA en smartphones estaban limitadas a funciones básicas como el reconocimiento facial o la organización automática de fotos. Hoy, gracias a los avances en procesadores móviles, redes neuronales locales y servicios en la nube, los teléfonos inteligentes ofrecen traducción en tiempo real, asistentes conversacionales, edición de imágenes por IA, predicción de texto, personalización de contenido y hasta diagnósticos de salud preliminares.
Samsung, uno de los líderes en innovación móvil en Latinoamérica, ha implementado herramientas como “Galaxy AI” en su línea más reciente de dispositivos. Esta plataforma permite, por ejemplo, traducir llamadas en tiempo real, generar resúmenes automáticos de notas o editar fotografías con precisión profesional mediante comandos naturales. Y lo más importante: estas funciones están diseñadas para operar en múltiples idiomas, con bajo consumo de datos y procesamiento local, factores clave para su adopción masiva en regiones con infraestructura tecnológica limitada.
Accesibilidad e inclusión: el gran catalizador
Uno de los factores que más ha impulsado el crecimiento del uso de IA en smartphones en Latinoamérica es la democratización del acceso. A diferencia de otras tecnologías que requieren grandes inversiones, la IA está siendo incorporada incluso en dispositivos de gama media y baja, gracias a la optimización de software y el desarrollo de modelos livianos.
Esto significa que sectores tradicionalmente excluidos de la revolución digital —como poblaciones rurales o comunidades con bajo poder adquisitivo— ahora tienen acceso a funciones inteligentes que mejoran la educación, el trabajo remoto, la salud y la productividad. La IA está actuando, en este contexto, como un puente de inclusión y desarrollo.
Por ejemplo, estudiantes que antes dependían de libros físicos ahora pueden acceder a asistentes de estudio por voz. Agricultores pueden consultar el clima o recibir recomendaciones sobre cultivos mediante interfaces conversacionales. Personas con discapacidades visuales utilizan funciones de descripción automática para navegar el mundo con mayor autonomía.
Cambios en los hábitos de consumo
La IA también está cambiando la manera en que las personas usan sus smartphones. Ya no se trata solo de comunicación o entretenimiento, sino de eficiencia y asistencia contextual. Cada vez más usuarios usan sus teléfonos como organizadores personales, traductores, buscadores de información en lenguaje natural y herramientas de creación de contenido.
Según datos internos de Samsung, las funciones de edición fotográfica por IA son unas de las más utilizadas, seguidas por los asistentes de escritura y las traducciones en tiempo real. Esto indica una tendencia clara hacia la productividad y la creatividad, más allá del uso pasivo de redes sociales o mensajería.
Además, este tipo de uso está aumentando la fidelidad del usuario hacia ciertas marcas. Quienes experimentan beneficios tangibles en su vida diaria tienden a elegir teléfonos que continúen ofreciendo mejoras en capacidades inteligentes, lo que está reconfigurando las estrategias comerciales de los fabricantes.
El reto de la privacidad y la ética
No todo en este crecimiento acelerado es positivo. A medida que más usuarios dependen de funciones impulsadas por IA, surgen preocupaciones legítimas sobre la privacidad, la seguridad de los datos y la transparencia de los algoritmos. ¿Quién controla la información que los usuarios comparten con sus asistentes virtuales? ¿Qué garantías hay de que esos datos no sean utilizados para fines comerciales o políticos?
En Latinoamérica, donde los marcos legales sobre inteligencia artificial y protección de datos todavía están en desarrollo, estas preguntas son especialmente relevantes. Las empresas tecnológicas deben asumir una responsabilidad ética y proactiva para asegurar que la expansión de la IA se haga con principios claros de respeto al usuario.
Samsung ha destacado su apuesta por la IA en el dispositivo (on-device AI), donde los datos se procesan localmente sin necesidad de enviarlos a la nube, como una solución intermedia para proteger la privacidad. Sin embargo, esta estrategia debe ir acompañada de campañas de educación digital que permitan a los usuarios entender lo que significa usar IA y cómo controlar su información.
Un futuro inteligente en manos latinoamericanas
El crecimiento del 250% en el uso de inteligencia artificial en smartphones no es solo una tendencia estadística. Es una señal de que Latinoamérica está preparada para abrazar la transformación digital desde el móvil. Y en una región donde el smartphone es, para muchos, el único acceso a internet, la integración de IA representa una oportunidad única de cerrar brechas sociales, económicas y tecnológicas.
Las próximas innovaciones deberán enfocarse en expandir estas capacidades a más idiomas regionales, aumentar la eficiencia energética de los modelos y diseñar herramientas que respondan a los problemas locales. Si se hace con responsabilidad, la inteligencia artificial móvil puede convertirse en una aliada fundamental para el desarrollo latinoamericano.