Nueva York, 28 de mayo de 2025 – Los futuros de Wall Street registran subidas significativas este martes, después de que el expresidente Donald Trump sorprendiera a los mercados con un cambio de tono en su discurso económico. En un mitin celebrado anoche en Ohio, Trump presentó una nueva hoja de ruta para su eventual retorno a la Casa Blanca, centrada en la estabilidad fiscal, el incentivo a la inversión extranjera y un giro moderado en su política arancelaria. La reacción de los mercados no se ha hecho esperar, y los principales índices estadounidenses anticipan una apertura en positivo.
Futuros al alza en una jornada clave
Los futuros del Dow Jones avanzaban un 1,1% en las primeras horas de la mañana, mientras que el S&P 500 subía un 1,4% y el Nasdaq se disparaba un 1,8%, liderado por el repunte de las grandes tecnológicas. Esta reacción contrasta con la tendencia bajista que dominó la semana pasada, cuando los temores sobre una posible escalada comercial con China y la incertidumbre en torno a los tipos de interés mantenían en vilo a los inversores.
El nuevo tono conciliador de Trump ha reducido momentáneamente esa ansiedad. En particular, los mercados celebraron su propuesta de revisar los aranceles existentes y su mención a “iniciar un diálogo económico constructivo” con Pekín si regresa a la presidencia. También se mostró abierto a negociar con la Unión Europea y renegociar acuerdos bilaterales para reducir la incertidumbre en los mercados globales.
Un discurso con enfoque económico y electoral
Aunque Trump continúa siendo una figura polarizadora en la política estadounidense, su discurso de ayer fue percibido por analistas y medios financieros como inusualmente técnico y moderado. A diferencia de sus anteriores intervenciones, centradas en cuestiones migratorias y de seguridad nacional, esta vez el foco estuvo claramente en la economía.
Entre sus propuestas destacaron:
- Reducción de impuestos para empresas tecnológicas y manufactureras, como incentivo para el retorno de capitales estadounidenses al país.
- Un nuevo plan de infraestructura público-privado, valorado en más de un billón de dólares, con énfasis en energía y transporte.
- Promoción de la estabilidad monetaria, con críticas al gasto público descontrolado de la administración actual.
- Posible apoyo a una reforma de la Reserva Federal, para dotarla de mayor independencia pero con límites a su mandato dual de empleo e inflación.
Aunque estas propuestas aún están lejos de convertirse en políticas, los mercados suelen reaccionar con antelación ante cualquier señal que indique menor riesgo o mayor previsibilidad. En este caso, la percepción de que un eventual gobierno de Trump podría adoptar una línea más pragmática en lo económico está cambiando la narrativa entre inversores institucionales.
Tecnología y energía lideran la recuperación
Dentro de los sectores más beneficiados por el giro en el discurso de Trump destacan la tecnología y la energía. Apple, Nvidia y Microsoft subían entre un 2% y un 3% en el premarket, impulsadas por la perspectiva de una política fiscal más amigable y menor presión sobre los negocios internacionales.
En paralelo, compañías del sector energético como ExxonMobil y Chevron se revalorizaban también tras el anuncio de que Trump daría prioridad al autoabastecimiento energético y apoyaría nuevas licencias de explotación en territorios federales, lo que ha sido bien recibido por el mercado.
El índice de semiconductores de Filadelfia también repuntaba más del 2% ante la posibilidad de una tregua en la guerra comercial con China, que ha golpeado duramente a empresas con cadenas de suministro globales.
Reacciones mixtas en la comunidad financiera
Si bien los mercados reaccionan con entusiasmo ante el nuevo tono del exmandatario, algunos analistas piden prudencia. La falta de detalles concretos y el carácter electoralista del discurso hacen que muchos duden de la viabilidad real de sus propuestas.
«Hay que separar el ruido de las señales. Trump está en campaña y eso implica un grado de retórica. No obstante, es significativo que se haya alejado del discurso combativo en lo comercial. Los mercados premian eso», afirmó Lisa Mandel, estratega de JP Morgan.
Por su parte, desde Goldman Sachs advierten que una reapertura del proteccionismo, incluso con matices, podría tener efectos negativos si se concretan barreras no arancelarias o medidas sectoriales que alteren el libre comercio.
El contexto macroeconómico acompaña
Este repunte de confianza se produce en un momento en que los datos económicos de EE.UU. comienzan a mostrar señales de estabilización. El último informe de pedidos de bienes duraderos mostró un repunte inesperado, y el consumo minorista se mantiene firme pese al endurecimiento de la política monetaria.
El mercado espera ahora los datos del PIB del segundo trimestre y el índice PCE, la medida de inflación preferida por la Reserva Federal, que podrían confirmar si la economía estadounidense avanza hacia un aterrizaje suave. Si se confirman estas previsiones y el discurso de Trump continúa en tono conciliador, los analistas no descartan un rally de verano en los mercados bursátiles.
Conclusión: una señal de respiro, pero no de euforia
El nuevo enfoque económico de Donald Trump, aunque aún incipiente, ha dado aliento a unos mercados que navegaban entre la cautela y la corrección. Wall Street, siempre sensible a los cambios de narrativa, ha encontrado en este giro una razón para apostar por el riesgo en el corto plazo.
No obstante, la volatilidad sigue siendo un factor estructural y el escenario electoral de 2024–2025 aún está lejos de resolverse. La reacción positiva de hoy podría diluirse si el entorno geopolítico se recrudece o si las promesas políticas no se traducen en planes coherentes.
Por ahora, los inversores celebran un pequeño respiro. Y en un entorno tan incierto, eso ya es bastante.